YA QUEDA MENOS

BIENVENIDOS

Hola a tod@s l@s q lean este humilde blog. Este ha sido creado para publicar, como su nombre indica, un sin fin de historias. Lo mas seguro es que no tengan relación entre sí, pero de lo que estamos seguras es que cada una de ellas estará hecha con el corazón, asi que esperamos que les guste. Un besazo de parte de Mandy y Sire

jueves, 8 de diciembre de 2011

¡Que abandonadito está esto!, Culpa nuestra, a ver si lo podemos cambiar

Como vereis hace tiempo que no se publican entradas en el blog, el trabajo, la familia y demás son las causas de este "abandono". En mi caso particular os diré que en estos momentos estoy viviendo una situación nada agradable, convivo con el padre de mis hijos pero hace año y medio que no somos pareja, el resto os lo podéis imaginar.
El objetivo de este blog en un principio era publicar historias para entretenernos tanto a nosotras como a vosotros que lo seguís.
Con vuestro permiso me voy a salir un poco del formato habitual de historias inventadas con la única finalidad de entretener y voy a aprovechar este rinconcito para desahogarme un poco y contaros un poquito mas de mi vida.
Como algunos ya sabréis tengo dos hijos que son mi vida, me quedé embarazada con 18 años pensando que estaba locamente enamorada de mi pareja y que nuestra maravillosa relación duraría toda la vida. ¡JAJAJA!,¿Que ilusa y tonta era!.
Al poco de nacer mi hija, mi esposo comenzó a cambiar sin préaviso.... Salía de casa por la mañana y no volvía hasta altas horas de la noche, era desagradable, no nos atendía ni a mi ni a mi hija...en definitiva parecía que todo aquello le había venido muy grande y que para él mas que una familia eramos un estorbo.
Con el tiempo descubrí que el problema era su adicción a las drogas, en aquellos tiempos recuerdo que me sentía sola, como si estuviera atrapada en un bucle del que no podía salir...
Por mas que intentara hablar con él la respuesta siempre era la misma, un sonoro:
-¡¡¡Que no me comas la cabeza!!!- seguido de un portazo.
Cuando mi hija tenía casi dos años tuve una discusión enorme con él y con la que era mi suegra, ella se empeñaba en seguir dándole dinero para drogas, justificandose siempre en el hecho de que prefería dárselo ella antes de verlo en la cárcel por robar. "Entonces no lo entendía y he de reconocer que hoy por hoy, después de 13 años sigo sin comprenderlo"...Supongo que ella tendría algún tipo de razonamiento ilógico que la hiciera actuar así.
La cuestión es que aquella misma noche me sentí tan frustrada y agobiada que saqué fuerzas de flaqueza y los puse a él y a sus cosas en la calle.
No recuerdo ni cuando volví a dormir.... lloré y lloré hasta el punto de asustarme, había momentos en que pensaba que me iba a asfixiar, el aire no pasaba por mi garganta y la sensación de opresión en el pecho será una de las cosas que nunca olvidaré en mi vida.
Por mi cabeza desfilaban mil y una preguntas: ¿Qué voy ha hacer ahora?,¿Por qué me ha hecho esto?, ¿Tan poco le importamos?, ¿Cómo se lo voy a contar a mi madre?.....Preguntas a las que no conseguía dar respuesta.
Pasaban los días y tan solo sabía por su hermano que estaba en casa de su madre y que solo salía para ir a dar su particular viajecito a un poblado chabolista en busca de aquello que envenenaba su cuerpo día a día.
Una mañana cuando ya pensaba que todo aquello había terminado tocaron a mi puerta y al abrir descubrí que era él.
Me pidió perdón y prometió mil veces que iba a pedir ayuda para dejar aquel mundillo de las drogas. Quizá me tacharéis de desconfiada, pero todo aquello me sonaba a cuento por lo cual le negué la entrada a mi casa y le dije que solo cuando me demostrara que estaba cambiando volvería a poner un pie dentro.
El lunes siguiente volvió a venir pero esta vez con papeles médicos que corroboraban que estaba en un programa de desintoxicación, al principio dudé que hacer, pero después decidí que no quería que mi hija se criara sin su padre y decidí perdonarlo y dejarlo volver.
En honor a la verdad he de decir que desde que comenzó el programa no volvió a consumir drogas,cosa que en su día me pareció un mérito.
Lo peor vino cuando tuve que retomar mi vida de pareja, yo sabía que lo quería pero me era sumamente difícil hacer borrón y cuenta nueva, no conseguía borrar de mi cabeza el daño que me había hecho. Años después fue cuando comprendí que nunca sería capaz de llegar a perdonarlo de corazón.
Mi esposo empezó a trabajar y a mantener una vida paralela a la mía, trabajaba de noche, dormía de día y los fines de semana los ocupaba fuera de casa cuidando a sus animales, yendo de cacería o simplemente durmiendo.
Yo me acostumbré a aquello. En aquel momento fue cuando comencé a ser un mueble mas de mi casa, dejé de cuidarme, engordé 30 Kilos y lo peor es que me convencí a mi misma de que eso era una vida normal.
Cada día me sentía peor con el mundo y conmigo misma, no tenía ganas de salir, no quería ver a mis amigos, detestaba verme en el espejo, cuando salíamos a la calle y veía a todas esas niñas disfrutando la vida con sus cuerpos danone y sus sonrisas de oreja a oreja me daba rabia....¿Cómo había podido yo pasar de estar igual que ellas a convertirme en lo que me había convertido? una amargada de la vida...En definitiva, solo quería estar encerrada en casa sin hablar ni ver a nadie.
Una vez mi hija creció un poco una amiga me recomendó buscar un trabajo y asi cambiar un poco de aires. Acababa de pasar por uno de los peores momentos de mi vida, mi abuela, la mujer que me crió había fallecido tras una larga enfermedad y estaba mas hundida que nunca, en aquellos momentos nunca tuve el apoyo de mi pareja pero como ya dije antes para mi eso era normal. Menos mal que la escuché y le hice caso.
Comencé a trabajar siendo una persona reprimida que hablaba poco y prefería ponerse en la fila de atrás para pasar inadvertida pero al poco eso cambió.
Conocí a un muchacho, en un principio me llamó la atención, era guapo y simpatico y me trataba con total naturalidad, yo sabía de su fama de mujeriego pero aún asi decidí acercarme a él. Desde primera hora le dejé claro que tenía pareja y que no buscaba nada especial, pero que disfrutaba de su compañía y me gustaba estar con él.
Poco a poco fuimos cogiendo confianza, el también estaba pasando por una mala racha al igual que yo y nos consolabamos el uno al otro.
Un día salimos juntos a trabajar y por la noche me invitó a tomar una copa, paseamos, bromeamos y decidí que podía sincerarme con él. Le conté lo mal que me sentía conmigo misma, lo mal que me llevaba con el espejo, los problemas que tenía en casa.... y entonces fue cuando comprendí que mi vida no era como debía ser.
El en lugar de hacerse el loco y cambiar de tema se enfadó conmigo y me dijo que no podía ser mas tonta.
Me hizo saber cuanto valía yo como persona y me dijo que cualquier hombre que me menospreciara es que no me merecía o no estaba bien de la cabeza. Yo no podía creer lo que escuchaban mis oídos así que me eché a reír.
Entonces me tomó de los hombros, me miró a los ojos y me dijo:
-Sabes como soy mejor que nadie, en mi naturaleza no está ser fiel a nadie ni tener pareja formal, pero créeme que si algún día decidiera o pudiera cambiar me encantaría que la persona que estuviera a mi lado fuera como tu, ¡ojalá!, no pienses mas tonterías, sabes que estaré aquí siempre que me necesites chiquitilla.-
En ese momento me besó y yo no supe como reaccionar, me sentía culpable pero a la vez era feliz, había un ser humano en el mundo al que yo parecía importarle.
A raiz de ese día comenzamos una relación que a algunos os podrá parecer pecaminosa, indecente o algo por el estilo, pero que a mi me devolvió la vida. Era increíble lo que sentía estando en la oficina viéndolo sin que nadie supiera lo que había entre nosotros, sabía que esa relación no llegaría a nada pero tanto él como yo esperábamos impacientes el final del día para escaparnos y fundir nuestros cuerpos en uno solo.
Nadie que vea la situación desde fuera puede imaginar lo que ese hombre me daba a valer, me hacía sentir única, miraba mi cuerpo con un deseo sobrehumano, me hacía el amor como nadie lo había hecho antes y una vez habíamos acabado de disfrutar el uno del otro podía pasarse media noche acariciándome, besándome y diciéndome lo bonita que era y lo que le gustaba reflejarse en mis ojos mientras me poseía. Soy consciente de que dicho así suena un poco frívolo pero aquellos momentos me hacían sentir que volvía a vivir de nuevo.
Comencé a cuidarme de nuevo, perdí peso, salía de copas, llevaba a mi hija los fines de semana al campo, al parque de atracciones...cosa que no había hecho nunca antes.. en resumidas cuentas empecé a ser feliz de nuevo.
Esa historia duró un año y aunque en su momento me sentí culpable hasta el punto de llevarme a una depresión hoy por hoy veo las cosas con claridad. El me daba la felicidad, el cariño, la compresión y demás carencias que mi esposo nunca ha sabido darme. Era mi amigo, mi confidente, mi consejero, mi amante....¿Qué mas podía pedir?
Dejé el trabajo y poco a poco todo volvió a ser como antes, me volví a recluir en casa, mi esposo seguía viviendo su vida sin importarle lo que yo sentía, empecé a descuidarme de nuevo...Todo volvió a ser igual.
Entonces fue cuando cometí el típico error de pensar que la cosa podía tener solución.
Mi esposo hacía años que me venía reclamando tener otro hijo y yo pensé que sería una buena forma de cambiar las cosas a mejor.
Por aquel entonces mi suegra vivía conmigo ya que el ayuntamiento le había expropiado su casa y pensé que todo sería mas fácil que con mi hija ya que la tendría a ella para ayudarme. También me equivoqué con eso.
La única diferencia era que ahora, tenía una persona en mi casa que intentaba justificar cada uno de los errores de mi esposo y hacerme creer que es que yo era demasiado exigente y que eso era lo normal.
Me sentí tan asfixiada en casa que decidí irme a casa de mi madre, mi niño estaba un día si y otro también en el hospital con aerosoles, el día siguiente de mi cumpleaños lo tuvieron que operar de urgencia con tan solo 6 meses de vida y el único apoyo que tuve en aquellos momentos fue el de Mandy (la otra creadora de este blog) que no se separó ni de mi ni de mi hijo un solo minuto.Al final entre una cosa y otra el primer año de vida de mi hijo lo pasé allí, en casa de mi madre.
En Agosto del año pasado falleció mi suegra de repente de un infarto y mi esposo se quedó hecho polvo.
Cuando lo ví sufrir de esa manera, sentí tanta lástima por él que lo confundí con amor. Volví a casa y comenzó de nuevo mi pesadilla, comenzó a beber, a gritarme, a insultarme, e incluso sin llegar a culminar su acción llegó a levantarme la mano delante de mis hijos atemorizados.
Entonces fue cuando decidí que aquella sería la última vez que me había pisoteado, lo volví a poner en la calle pero tardó poco en volver, lo que mas me fastidió de aquello fue el hecho de que su propio hermano me dijera que él no podía hacer nada, que en su casa no podía estar, cuando meses antes se había separado y había estado viviendo en mi casa por un año.
A la mañana siguiente cuando se le pasó la borrachera le dí un ultimátum al que hizo caso omiso, yo comencé a trabajar de nuevo y por ese motivo pude aguantar la situación por unos meses mas, hasta que un día tuve que abandonar mi puesto de trabajo ya que mi hija me llamó desde casa de mi vecina llorando a las 2 de la tarde avisándome de que su padre aun no se había levantado. Mi pobre niña pequeña, me partió el corazón ver como la pobre lloraba porque no había sido capaz de entretener a su hermano para poder hacerle de comer. Aquellos sollozos y aquella impotencia en su voz que oí por teléfono me desgarraron el alma.
En un primer momento pensé que a su padre le habría pasado algo, no era racional que un hombre de 40 años no llevara a su hija de 11 al colegio con el único propósito de que cuidara a su hermano de 2.
No recuerdo ni como llegué a casa, solo se que en un momento dado miré el cuenta kilometros de mi coche que marcaba 190 K/hora y pensé "¡Dios! hazme llegar a casa que no me estrelle por el camino.
El camino de vuelta a casa se me hizo eterno... ¿cual sería mi sorpresa cuando llegué a casa, abrí la puerta del dormitorio y lo ví allí, acostado, durmiendo plácidamente mientras mi hija lloraba y mi corazón parecía que se quería salir por mi boca?.
En aquel momento tuve que controlarme para no hacer una locura que me hubiera llevado sin duda a parar con mis huesos en la carcel, en tan solo un instante pasaron por mi cabeza todos los recuerdos de malos momentos, los desplantes, las ausencias,los desprecios y demás amarguras por las que aquel hombr eme habia hecho pasar a lo largo de los años.
Lo golpeé y tiré de él con todas mis fuerzas que en aquel momento eran sobrehumanas, hasta el punto de sacarlo de un tirón de la cama y estamparlo en mitad del suelo del salón.
Mantuve la sangre fría y lo único que le dije sin que me temblara la voz por primera vez en 12 años fue:
-Cada día que he pasado a tu lado ha sido una pesadilla, me has hundido y no voy a consentir en la vida que le hagas lo mismo a mis hijos, te quiero fuera de mi casa y de mi vida ¡YA!-
Dí un portazo tras de mi y me fui a casa de mi vecina, allí pasé una semana en la cual ella se hizo cargo de mis hijos ya que yo no tenía fuerzas mas que para trabajar (porque no me quedaba mas remedio), volver a su casa llorar y dormir hasta el día siguiente.
Nunca se lo he dicho pero le tendré que agradecer de por vida lo que hizo por mi, aquellos días, sin reclamar ni pedir nada a cambio en ningún momento, al contrario, la pobre mía podía estar reventando, agotada, que no hacía mas que regañarle a su marido y los niños para que me dejaran descansar.
A la semana decidí volver a casa, ya que me daba vergüenza, siempre me han tratado como uno mas de su familia, pero en aquel momento nos habían abierto las puertas de su casa, me habían consolado, habían cuidado de mi familia...no podía seguir molestándolos por mas tiempo.
Cuando volví a casa había tenido tiempo para calmarme y recapacitar, se que muchos de vosotros (entre ellos Mandy) no comprenderéis la decisión que tomé en aquel momento pero mi abuela, que fue una madre para mi, me inculcó siempre que lo mas importante en esta vida es la familia y muy a mi pesar, pase lo que pase, ese hombre que me ha hecho llorar y sufrir tantas veces, es y siempre será el padre de mis hijos.
Después de mucho pensar hablé con él, mi decisión fue rotunda pero bondadosa, le dije que podía quedarse en casa hasta que encontrara trabajo y un lugar donde vivir, pero que tan pronto lo tuviera tendría que irse de mi casa, eso si, le dejé bien claro que entre nosotros no había nada, lo nuestro terminó el día que empujó a mi hija de 11 años ha hacerse adulta de golpe al tener que tomar sabiamente (gracias a dios) la decisión de reconocer que las circunstancias la sobrepasaban y pedirle ayuda a mi vecina para cuidar a su hermano hasta que yo llegara de trabajar.
Eso no se lo perdonaré en la vida, hasta hoy me he limitado a decirle a todos que este hombre es el padre de mis hijos y punto, no se si alguien pueda comprender mis motivos para mantenerlo en mi casa, hay un dicho que dice que el que las lleva las entiende y es totalmente real.
En su día mi madre decidió por mi que yo sería mas feliz sin mi padre, no le guardo ningún rencor por ello, al contrario, la admiro por todo lo que ha luchado por mi, la cosa fue que cuando supe quien era ya era tarde para comprobarlo, estaba en un hospital, muriéndose y yo era demasiado joven para aceptar que en su lecho de muerte se hubiera acordado de mi, quizá me querría pedir perdón, quizá me hubiera dado una explicación de porque nunca se hizo cargo de mi...no se y nunca lo sabré, lo que si se es que mi madre sin quererlo me transmitió el dolor y el daño que le había hecho a ella y con ello me transmitió también su rencor hacia su persona. Hoy que soy adulta, me arrepiento de no haber ido y no puedo evitar pensar como hubiera sido mi vida si no hubiera tomado aquella decisión basándome en un dolor que no era mio.
Tengo claro que el padre de mis hijos no es la persona que quiero que envejezca a mi lado, estoy sufriendo cada día que pasa, vivo con una persona a la que no amo, es mas, podría decir que no lo soporto y encima tengo que aguantar cada día que me intente tocar, que se intente acercar a mi y que no quiera aceptar que entre nosotros lo único que existen son dos hijos.
Se que algunos podéis pensar que soy masoquista por aguantar esto y otros quizá que es que en el fondo no lo he dejado de querer, pero lo cierto, es que la única verdad es que quiero darle a mis hijos la oportunidad que yo no tuve de poder ser ellos los que decidan si su padre es merecedor de su cariño o no.
En cuanto a mi, tengo mis motivos para haber escrito este relato, en parte es una forma de cortar con el pasado y empezar a vivir el presente.
Cuando decidí dejar al padre de mis hijos en casa, asumí que hasta que él no saliera por las puertas yo no estaría con nadie, pero hace unos meses conocí a alguien, por ahora tan solo es un amigo,es mas, ni siquiera se si me estoy enamorando de él, ni mucho menos si él siente algo por mi, pero lo que si se es que cada día que pasa estoy mas a gusto con él y que me trata como a una reina, me habla con ternura,me encanta su voz, me alaga, me comprende e incluso a veces no tengo que terminar la frases para que el sepa exactamente lo que estoy pensando, quizá todo esto solo sea producto de mi imaginación y la realidad sea completamente diferente, pero la verdad es que me da igual, se que cada día tengo mas ganas de que me coja entre sus brazos para sentirme segura, se que si me da las buenas noche duermo mejor, se que sea real o ficticio me está dando la confianza para volver a ser yo misma y lo mas importante me ha enseñado que nunca hay que rendirse y estancarse en el pasado, hay que mirar al futuro y hay que ilusionarse aunque al final las cosas no salgan como esperábamos.
La vida no es un cuento de hadas, los príncipes azules no existen, al principio de una historia nunca sabremos si el final será feliz o no, e incluso nunca podremos predecir lo que sufriremos por el camino, pero siempre será mejor intentarlo y perder, que tener que arrepentirse toda la vida por no haberlo intentado.
Os quiero pedir disculpas por la forma en que está escrita la historia, la editora y la que me quita las faltas de ortografía es Mandy y en esta ocasión he decidido que prefería que leyera esta historia a la par que el resto de vosotros.
Espero no haberos aburrido mucho, pero de verás necesitaba hacer esto, para mi es una liberación poder hacerlo ya que creo que con palabras no podría expresar todo lo que hoy relato aquí.

Por último me voy a permitir daros un consejo de corazón:
Luchad siempre por vuestros sueños en la medida de lo posible y que no os flaqueen las fuerzas cuando las cosas no salgan como esperáis, pensad siempre, que si algo no sale bien es porque el destino os está guardando algo mejor.
Gracias por tomaros la molestia de ocupar vuestro tiempo en leer este relato hasta el final.


SIRE
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viernes, 7 de mayo de 2010

VIAJE A LA ETERNIDAD 4.- Viejas Costumbres




Mandy POV


Desde que habíamos llegado no habíamos parado un momento, nos habían preparado una fiesta de bienvenida que duró hasta altas horas de la madrugada, como solía pasar en mi urbanización. Apenas había tenido tiempo de hablar con mi amiga y conocer sus pensamientos sobre todo lo que estaba ocurriendo. En un momento que logramos charlar, le prometí que al día siguiente la llevaría a la playa a comer pescaito, y ella me tomó la palabra.

Por fin se marcharon los últimos invitados, que como no, fueron Beatriz y Carmen, las que por supuesto se habían apuntado a la comida del día siguiente.

Indiqué a Patty cual sería su habitación y donde podía tomar un baño. Cuando ella salió del baño, entré yo mientras ella acomodaba sus cosas en los cajones que mi hermana había dejado libres, porque aunque ya no viviera allí, su habitación seguía repleta de sus cosas. Cuando ambas estuvimos con los pijamas puestos acompañé a Patty a su habitación, esperé a que se acomodara en su nueva cama y le di las buenas noches.

-Buenas noches Patty, que descanses.

-Buenas noches Mandy. Te quiero.

Cerré la puerta y entré en mi habitación, todo estaba tal y como lo había dejado, los posters de los Back Street Boys seguían en el mismo lugar, el calendario del 2010 de Luna Nueva seguía en su sitio en el mismo mes donde lo había dejado, el plano de Nueva York, el corcho con las fotos, era como si el tiempo no hubiera pasado. Me recosté en mi cama, esa a la que tanto había echado de menos, mirando hacia el techo, pensando en todo lo que me había ocurrido durante el último año, y me di cuenta de que nada había sido un error, que por mucho que echara de menos todo esto, la decisión que había tomado hacía casi un año, no había sido para nada errónea.

Todo estaba saliendo a la perfección, tal y como lo había soñado. Mi familia había recibido con los brazos abiertos a mi amiga, nunca había dudado de que eso pasara, porque ella era simplemente adorable. Por primera vez en mucho tiempo estaba siendo completamente feliz.

De repente una sensación extraña invadió mi cuerpo, supongo que no estaba acostumbrado a tanta felicidad. Estaba acostumbrado a que cada vez que la vida me daba una oportunidad de ser plenamente feliz, siempre pasaba algo que hacía que todo a mi alrededor se derrumbara, y tuviera que reorganizar poco a poco mi corazón y mi mente.

-Pero esta vez no ocurrirá.-pensé en voz alta-Merezco que por una vez en la vida algo me salga bien.

Sumida en mis pensamientos, poco a poco fui cayendo en un sueño profundo. Me esperaba un día ajetreado al levantar.


A la mañana siguiente fui la última en levantarme, cuando subí a la cocina Patty ya estaba terminando de desayunar, teniendo una charla muy entretenida con mi madre y con mi hermana pequeña. Las observé durante un rato, ellas no se habían percatado de mi presencia.

-Buenos días.-dije para hacerme notar.

-Buenos días.-dijeron las tres al unisono.

-¿Cómo has dormido Mar?-me preguntó mi Iria, ella me llamaba así.

-De escándalo, echaba de menos mi cama y mi almohada, creo que me la llevaré en la maleta. Y tu Patty, ¿qué tal descansaste?

-Amiga, tu sabes que yo me duermo en el filo de una espada si hace falta, y mas con el cansancio con el que acabamos ayer.

-Me alegro de que así sea.

-Marina,-dijo mi madre-¿vas a desayunar?

-Tomaré solo un zumo, no tengo mucha hambre. Ademas, a la 1 y media hemos quedado con Beatriz y Carmen para ir a comer a la playa, quiero que Patty conozca mis viejas costumbres.

-Bueno, pues tendréis que daros prisa en arreglaros.-dijo señalando el viejo reloj de la cocina que en ese momento señalaba las 12 en punto.

-Dios mio, no me había fijado.-dije sobresaltada-Bueno Patty siento romperte la charla pero debemos arreglarnos.

-Allá vamos.-dijo mientras se levantaba de la mesa de un salto recogiendo su taza del café, ella también había decidido no desayunar.

Cuando llegué a mi habitación tenía un mensaje en el móvil de Carmen que decía:


Os esperamos en el quiosco del parquecillo tomándonos la primera. Un beso”


Era de costumbre en nuestro grupo de amigos tomarnos un par de cervezas antes de ir a comer a cualquier sitio, en mi caso me tomaba un par de tintos de verano fresquitos. Íbamos casi siempre a un quiosquillo que habían montado en el parque de Huelin hacía unos años, el dueño ya nos conocía y casi siempre nos invitaba a un par de rondas.

Nos arreglamos todo lo rápido que pudimos y nos pusimos de camino a mi antiguo barrio. Hacía un día estupendo, el sol brillaba en el cielo, ni una sola nube lo cubría, y la temperatura era la idónea para pasar un día de escándalo en la playa. Sólo habían unos veinte minutos de camino pero hablamos y planeamos un montón de cosas.

-Amiga.-me dijo Patty suavemente-¿Te cuento un secreto?

-Dime Patty.

-Bueno...-dudo al hablar-Es que resulta que...

-¿Quieres escupir ya lo que me quieres decir amiga?-le apremié.

-Bueno que nunca he visto el mar, y estoy super emocionada de que por fin lo voy a ver. No me lo puedo creer. Y todo esto es gracias a ti. Muchas gracias MandyLaut.-así es como me solía llamar.

-Amiga!Nunca me habías dicho que no habías visto la playa!Bueno, no son como las playas de tu país pero bueno están pasables.

Conforme nos acercábamos a la playa, Patty no paraba de mirar a un lado y a otro, mientras yo le contaba alguna que otra anécdota de mis paseos por la playa con Carmen por la noche.

-Cuando veas a Carmen le preguntas por el achucheitor.-le dije mientras reía recordando aquella noche.

-Lo haré te lo aseguro.

Cuando llegamos Beatriz y Carmen nos recibieron entre enormes carcajadas.

-Seguro que ya han hecho de las suyas.-le susurre a mi amiga.

Cuando Juan, el dueño del quiosco me vio de llegar se sorprendió y se alegró muchísimo de verme. Me estuvo haciendo un interrogatorio sobre como me había ido en mi estancia en México, y nos invitó a la primera ronda. Entre risas y diversión nos tomamos las tapitas correspondientes al aperitivo de la comida, y nos dirigimos hacia “El Corral de la Pacheca”, que es el sitio donde habíamos decidido ir, dando un paseo por la orilla de la playa, cosa que a Patty le encantó. Por el camino nos hicimos un millón de fotos saltando y jugando con la arena. Se la veía feliz, no paraba de sonreír, me encantaba verla así.



martes, 27 de abril de 2010

VIAJE A LA ETERNIDAD 3.-La Llegada





Patty POV


Yo era la primera vez que hacía un vuelo tan largo, estaba algo nerviosa pero no tanto como creía que iba a estarlo. Cuando despegamos Mandy cerró los ojos con fuerza mientras me apretaba la mano con fuerza, como si nunca quisiera soltarla.

-¿Que haces?-le pregunté.

-Pido un deseo.

-¿Se puede saber qué?-quise averiguar.

-Si te lo digo, nunca se cumplirá.

-Una vez me dijeron que hay que tener cuidado con lo que se desea, nunca sabemos de que forma se hará realidad.-le dije sonriente.

Volví la vista para mirar por la ventanilla del avión observando como deja atrás mi país. Un sentimiento de tristeza se adueño de mi corazón e hizo que se reflejara en mi mirada, pero mi amiga como siempre supo decir las palabras adecuadas para devolverme la sonrisa.

-No estés triste, en dos semanas estaremos de vuelta.

Fue un viaje sin turbulencias, aunque algo pesado por las diez horas de vuelo. Cuando recogimos nuestro equipaje fuimos hacia el metro, también era la primera vez que tomaba el metro, así que me fié de mi amiga para que me guiara, pero no recordaba que ella solía perderse a menudo, en uno de los enlaces nos equivocamos de dirección y tuvimos que bajar y volver a subir en la dirección correcta. Aunque este pequeño incidente hizo que pudiera conocer al primer miembro de la familia de Mandy, a su primo de Galicia que también volvía de un viaje de negocios.

Cuando llegamos a la estación de tren y buscamos nuestro anden, nos sentamos a tomar un refrigerio. Ya había conocido a un miembro de su familia, que por cierto me había simpatizado bastante, pero eso no hacía que dejara de preocuparme el resto, y no paraba de darle vueltas a la cabeza con ese tema. Se lo dije a mi amiga que me preocupaba en exceso lo que su familia opinara de mi, no sabía si iba a ser bienvenida en su entorno, y eso me entristecía sumamente. Ella me hizo callar de inmediato cuando de mi boca comenzaron a salir incoherencias como solía hacer a menudo cuando algo me preocupaba.

-Shhh. Patty, eres una de las mejores personas que he conocido nunca. Ellos saben lo importante que eres para mi, y todo lo que has hecho por mi y para que yo estuviera bien en mi nuevo hogar. Ellos te aprecian sin ni siquiera conocerte. Ademas es imposible no quererte, simplemente eres tu, eres Patty.

-Muchas gracias amiga.

Me abracé a mi amiga con fuerza y las lagrimas comenzaron a salir por mis ojos, y ella me acompañó con esas lagrimas de alegría. Eramos felices siendo amigas, el destino nos había unido, y desde aquel día que por casualidad ella conoció a City en el blog y esta nos presentó supe que sería una amistad para siempre, la cual se confirmó cuando ella aceptó el traslado a mi país.

Minutos después la megafonía de la estación sonó.

AVE con destino Málaga hará su salida desde el andén 26 en quince minutos”

Mi cuerpo seguía tembloroso, pese a las palabras de mi amiga, colocamos nuestro equipaje y nos acomodamos en nuestro asientos. Conforme nos acercábamos a Málaga la sonrisa de Mandy era mas y mas grande. En algunas ocasiones la vi de cerrar los ojos e inspirar, igual que hacía cada vez que recordaba su ciudad, decía que siempre recordaría ese olor a mar tan característico de su Málaga. Ella siempre decía que nunca le habían gustado las playas de Málaga y mucho menos desde que conoció hacía unos años las playas del Caribe, pero que sin embargo ya comenzaba a echarlas de menos.

Cuando llegamos a la estación de Málaga y nos dirigimos a coger nuestro equipaje, me tembló tanto el cuerpo que casi me cae la maleta encima de los pies. Mi amiga me abrazó para volver a tranquilizarme.

-Todo saldrá bien amiga.-me susurró al oído.

Bajamos del tren y ella comenzó a buscar entre el gentío alguna cara conocida, yo los había visto en fotos así que también intentaba buscar algún rostro conocido. Pasaron un par de minutos y no veíamos a nadie, ella se volvió hacia mi algo preocupada cuando de repente oímos un alborto de gente que se acercaba a donde estábamos paradas. No logré reconocer a nadie, solo vi un cartel enorme que ponía: BIENVENIDA A CASA, y vi como Mandy soltaba sus cosas y corría hacia ellos para abrazarlos uno a uno.

Observé detenidamente como mi amiga saludaba y abrazaba uno a uno a las personas que allí se concentraban. Pude reconocer a su mama y a su papa, y poco mas porque todos se agolpaban encima de ella, se veía que la querían mucho.

Allí estaba yo, observando aquella escena, pero un poco apartada de todo. Parecía que yo no existía, me sentía un tanto excluida, nadie se había percatado de mi presencia, aunque en parte lo entendía, si yo estuviera sin ver a Mandy tanto tiempo también olvidaría todo lo que hubiera a mi alrededor.

Solté mi equipaje en el suelo esperando a que terminaran su recibimiento cuando algo tiró de mi pantalón, miré hacia abajo y lo vi.

-Hola, ¿tu eres Patty?-me dijo con ojitos tiernos un pequeño que apenas levantaba un palmo del suelo.

-Si.-me agaché para quedar a su altura-¿Tu quién eres?-sabía perfectamente quien era porque Mandy me había enseñado mil y una fotos de su sobrino.

-Yo soy Antonio.-me dijo con voz dulce-Soy el sobrino de la tita Marina.-así se llamaba realmente Mandy-¿Tu vas a ser mi nueva tita?

-Pues si tu quieres ser mi sobrino, yo seré la tita Patty.

Sonrió de oreja a oreja y salió corriendo hacia donde se encontraba el resto.

-Mami, Mami!!-le gritó a su madre que aun abrazaba a Mandy.

-Dime Antonio.

-Tengo una nueva tita, ¿quieres que te la presente?

Las palabras de mi nuevo sobrino hicieron que una felicidad creciera dentro de mi. Pero aun quedaban muchos por conocer, y me quedaba poco para conocerlos a todos.

-Hola Patty, soy Ana Pilar.-me dijo dándome un enorme abrazo-Por fin te conozco en persona, tenía unas ganas tremendas.

-Lo mismo digo Ana.-le dije devolviendole el abrazo.

-Te presento a tu otra sobrina.-dijo dejando paso a una niña guapísima, que también reconocí por las fotos que Mandy siempre me enseñaba-Esta es mi hija Ana María.

-Hola tita Patty.-dijo alegremente mientras se acercaba para darme un beso.

-Hola Anita.-así solía llamarla siempre que hablábamos por el messenger.

Cuando alcé la vista después de besarla vi que todos hacían cola para conocerme. Mandy me los presentó uno a uno, primero sus padres y sus hermanos, los cuales me recibieron super bien. Después a sus amigas Caro, Miriam, Cintia, Beatriz, Carmen, Loli, Rocio, y también a sus amigos Rentero, Benji, Juani, Jose Carlos, Joselito... Todos me recibieron con el mismo entusiasmo y cariño, me sentí querida por todos y cada uno de los que allí se encontraban, estaba como en casa.

-¿Ves como todos te iban a adorar?-me susurró mi amiga al oído.

-Muchísimas gracias amiga, nunca olvidaré este viaje.

Nos abrazamos y nos dirigimos al aparcamiento. Cual fue la sorpresa que allí esperaba aparcado su coche, ese que tanto echaba de menos, su chiquito como ella lo solía llamar, aunque desde que ella se había marchado lo usaba su hermana pequeña Iria. Por supuesto fue ella la que condujo hasta su casa.

-¡Como te he echado de menos chiquito!-decía mientras se colocaba en su asiento.

Con nosotras vinieron Iria y Javier, el hermano pequeño de Mandy, que me hizo mil y una preguntas sobre mi país durante el camino. Detrás nuestra iba todo una flota de coches que se dirigía hacia su casa para celebrar una fiesta de bienvenida con todos los vecinos, el el jardín de su casa haciendo una barbacoa, como era tradicional ya en su barrio.

Todo estaba saliendo perfecto, su familia y amigos me habían aceptado, y yo era completamente feliz.

-¿En que piensas amiga?-me preguntó Mandy cuando me vio sumamente callada, algo que no era normal en mi.

-En que todo es perfecto, y que ojalá todo nuestro viaje sea tan maravilloso como hasta ahora. Ah, y que tengo ganas de que me enseñes esas playas de las que tanto has hablado.

-Mañana mismo te llevaré a dar un paseo a tomar pescaito a un chiringuito en la playa.-me prometió mientras paraba el coche.-Mira esta es mi casa.

Las luces estaban encendidas y la música ya estaba puesta, y un olor a barbacoa llegaba hasta nosotros, los vecinos ya habían preparado todo para nuestra llegada. La velada fue fantástica en todos los sentidos, la comida buenísima, el ambiente fascinante y la gente increíblemente agradable.

Estábamos agotadas por el viaje pero a penas lo notamos hasta que se fue el último invitado y nos quedamos Mandy, su familia y yo. Cuando ya no podíamos mas, nos bañamos y nos fuimos para cama, yo dormiría en el cuarto que había pertenecido a Arantxa, la hermana mayor de Mandy, que ya no vivía con ellos. Mi amiga esperó a que yo me acomodara del todo en la cama para irse a su habitación.

-Buenas noches Patty, que descanses.

-Buenas noches Mandy. Te quiero.-le contesté.

Apagó la luz y cerró la puerta tras de si. En pocos minutos Morfeo, al que tanto amaba, me acogió en su seno, para sumirme en un placentero sueño.


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lunes, 5 de abril de 2010

VIAJE A LA ETERNIDAD 2.- De Vuelta al Hogar




Mandy POV



Allí estaba yo, junto a mi gran amiga Patty, atravesando el pasillo que nos llevaba al avión que me llevaría de regreso a mi casa, bueno a lo que había sido mi casa, a España, a MI MALAGA.

Málaga, esa fue la ciudad que me vio nacer, la que me vio crecer, en la que había pasado toda mi vida, hasta que me propusieron ese traslado a México. Mi vida necesitaba un cambio radical, necesitaba hacer algo con mi vida, darle un sentido, y creo que aquello encendió la lucecita que me hacía falta.

Echaba de menos todo lo que había dejado allí, mi familia, mis amigos...Yo siempre había sido una persona que necesitaba muestras de cariño constantemente, por eso creo que nunca hubiera aceptado ese traslado de no haber conocido a mis niñas del blog, como yo las llamaba, ellas me daban todo ese cariño que a mi me hacía falta, aunque no a todas las tenía igual de cerca que a Patty.

-¿En que piensas amiga?-preguntó Patty, haciendo que me sobresaltara.

-En que doy gracias cada día por haberos conocido.-le contesté besándola en la mejilla y pasando mi brazo sobre sus hombros recostando mi cabeza sobre la suya, mientras una lagrima se escapaba de mis ojos.

Nos acomodamos en nuestros asientos con la sonrisa desbordando en nuestro rostro. Comenzábamos un viaje, nuestro viaje, con el que tanto habíamos soñado, y lo hacíamos juntas. Cerré los ojos con fuerza, mientras nuestro avión despegaba, y deseé que todo fuera bien y que pudiéramos hacer viajes como este durante mucho tiempo, y que para toda la eternidad ella siguiera siendo mi amiga.

-¿Que haces?-me preguntó Patty.

-Pido un deseo.

-¿Se puede saber qué?-quiso averiguar mi amiga.

-Si te lo digo, nunca se cumplirá.

-Una vez me dijeron que hay que tener cuidado con lo que se desea, nunca sabemos de que forma se hará realidad.-sonrió ampliamente y miró por la ventanilla con tristeza por lo que dejaba atrás.

-No estés triste.-le animé-En dos semanas estaremos de vuelta.


El vuelo fue tranquilo, largo, pero tranquilo. Ya no recordaba lo incomodo que era pasar diez horas metida en un avión.

Estaba nerviosa, ya estaba en España, aunque aun estábamos en Madrid, aun nos quedaba el trayecto hasta Málaga, para lo que nos teníamos que dirigir hacia la estación de tren para coger el AVE hasta mi ciudad natal.

Recogimos las maletas y nos apresuramos a coger el metro, íbamos con tiempo de sobra, pero con mi tendencia a perderme hasta en mi propia casa mas nos valía ir prevenidas.

Llegamos a Atocha casi sin incidentes, bueno excepto por el lapsus que habíamos tenido al coger uno de los enlaces en el metro en dirección contraria a la adecuada. Pero bueno, casualidades del destino, por ese equivoco nos habíamos encontrado a mi primo que también volvía de viaje de negocios. Buscamos el anden de donde salía nuestro tren, aunque aun quedaba una hora y media para que partiera. Nos sentamos en una de las cafeterías de la estación a tomar algo mientras esperábamos.

-Mandy, estoy un poco nerviosa.-me dijo mi amiga.

-¿Porque amiga?

-Es que...-dudó un poco-Es que no se si le gustaré a tus padres, a tus amigos, a lo mejor no les caigo bien, a lo mejor piensan mal sobre mi, a lo mejor...

-Shhh.-la interrumpí-No digas tonterías Ana Patricia Mendoza Rodríguez.

-Pero...-quiso continuar pero la volví a interrumpir.

-Shhh. Patty, eres una de las mejores personas que he conocido nunca. Ellos saben lo importante que eres para mi, y todo lo que has hecho por mi y para que yo estuviera bien en mi nuevo hogar. Ellos te aprecian sin ni siquiera conocerte. Ademas es imposible no quererte, simplemente eres tu, eres Patty.

-Muchas gracias amiga.-me abrazó.

Una lagrima cayó por las mejillas de mi amiga, cosa que hizo que yo también soltara alguna que otra lagrimita.

La megafonía de la estación anunció que nuestro tren partiría en veinte minutos y nuestros cuerpos temblaron por un escalofrío que los recorrió.

Nos subimos al tren, buscamos nuestros asientos y nos acoplamos en ellos. Solo dos horas y media nos separaban de mi Málaga, y eso me hacía la mujer mas feliz del mundo en ese momento. A mi mente vino el recuerdo de cuando me marché hacia ya casi un año, de como me despedía de mi ciudad con lagrimas en los ojos, dejando atrás su olor a mar, cerré los ojos y vino a mi mente ese olor, que me hizo suspirar, por mucho tiempo que pasara, siempre sería de allí, siempre sería Malagueña, siempre sería una Boquerona de pura cepa.



Cuando vi que entrabamos en la provincia de Málaga, algo vibró dentro de mi, tenía unas ganas inmensas de volver a ver el cielo de mi ciudad, de volver a ver sus playas, a las que tanto siempre había criticado, pero que tanto echaba de menos. Deseaba volver a pasear por sus calles siempre repletas de gente, volver a ver esa Calle Larios, ese Paseo Marítimo, y quien me iba a decir, deseaba volver a ver ese cartel que indicaba la llegada a mi pueblo. Lo echaba todo de menos, y me quedaba realmente muy poquito para volver a disfrutar de todo ello.

Llegamos a la estación de tren María Zambrano, en el centro de mi ciudad. Noté a Patty algo temblorosa al coger su equipaje, me acerque a ella y la volví a abrazar.

-Todo saldrá bien amiga.-le susurré al oído.

Bajamos del tren y miré a un lado y a otro, buscando a mi madre, que era la que había quedado en recogernos. Busque entre la muchedumbre de gente que había y no la vi, ni a ella ni a ningún conocido. Tengo que reconocer que una gran tristeza se adueñó de mi corazón en ese momento. Me giré para mirar a mi amiga que iba detrás mio y de pronto escuché un gran jaleo que se acercaba a donde nos encontrábamos, me volví y allí estaban todas las personas que tanto había echado de menos. Estaba mi madre, mi padre, mis hermanos, Ana Pilar con mis sobrinos, mis tíos y todos mis amigos, Carmen, Beatriz, Lorchi, Miriam, Caro, Cintia...No daba crédito a lo que estaba viendo, tenían un cartel enorme donde ponía: BIENVENIDA A CASA!! Solté todo lo que tenía en las manos y corrí hacia ellos para hacer lo que hacía mucho que tenía ganas de hacer, abrazarlos a todos y cada uno de ellos.



lunes, 22 de marzo de 2010

VIAJE A LA ETERNIDAD 1.- Los Planes



Esta historia la escribo en honor a mi gran amiga Patty, ella me la pidió y con gusto se la brindo. Espero que os guste. Patty he tardado pero aqui tienes el primer capitulo de tu historia, espero no defraudarte. Un besazooo. Te quierooo



Corría la primavera del año 2011 cuando mi amiga y yo estábamos planeando las vacaciones para aquella primavera. Habíamos tenido toda la suerte del mundo cuando a Mandy la habían mandado desde España para ayudar a abrir una nueva plataforma de su empresa aquí en Mexico, a tan solo unos kilómetros de mi ciudad. Ella me había conseguido un puesto de trabajo en su empresa y por fin pude ahorrar algo de dinero para poder ir a un lugar que desde pequeña había querido ir, ese lugar era Italia. Mandy constantemente me decía que me iba a encantar, ella ya lo conocía porque tubo la oportunidad de ir de viaje de fin de estudios cuando acabó el instituto, pero desde entonces había soñado con volver, porque le quedaron muchísimas cosas por visitar.

Estuvimos durante días buscando ofertas de viajes y itinerarios para realizar. Al final nos decidimos por el que empezaba por Milán, seguía por Verona, ciudad de los amantes Romeo y Julieta, después Venecia, luego Florencia, Pisa y por último Roma. Estaba que no cabía en mi de felicidad, iba a todos lados sonriendo, e incluso algún que otro cliente me decía que se me notaba la felicidad en la voz, en mi forma de hablar y expresarme. Era 20 de Marzo y aun quedaban exactamente 1 meses para nuestra partida hacia ese maravilloso mundo. Ansiaba ver la Plaza del Duomo de Milán, la Catedral de Florencia, el balcón de Romeo y Julieta, la Plaza de San Marcos en Venecia, la torre inclinada de Pisa, la Fontana de Trevi en Roma...

Cada día después del trabajo me plantaba delante del ordenador buscando información sobre sitios de interés y también encontré una pagina web donde enseñaban a hablar Italiano. Mandy y yo nos habíamos ido a vivir juntas así que ella también cuando llegaba de trabajar poco después que yo se me unía y empezaba a contarme recuerdos de aquel viaje tan maravilloso.

-En serio, dicen que Roma es la ciudad mas bonita de Italia, pero yo sin duda me quedaba con Florencia.-me relataba-Bueno eso sin contar Venecia, que cuando yo estuve era época de carnavales y puedo asegurar que es lo mas bonito que he podido ver nunca. Tanto me enamoró esa ciudad que lloré cuando me tuve que alejar de ella.

Yo la miraba entusiasmada, prestando atención a cada detalle de su relato. Le hacía una y mil preguntas que ella siempre respondía gustosa. Algunas eran estúpidas como ¿en Milán es donde se fabrican las gomas de borrar? O ¿es verdad que tienes que pagar por ir al baño? Ella se reía con algunas de mis preguntas pero nunca dejaba de contestarlas.

-¿Cual era la leyenda que me comentaste sobre la Fontana de Trevi?-pregunté aun mirándola embobada.

-Pues cuenta la leyenda que tienes que arrojar tres monedas hacia la Fontana vuelta de espaldas, y con cada moneda pedir un deseo, y que el último de esos deseo tiene que ser el de volver a Roma. Yo lo pedí y si nada cambia, en un mes y una semana estaré sentada tomando un capuccino en la Piazza Navona, que es una de las muchas cosas que me quedaron por ver.

-Seguro que si amiga.-le dije eso y la abracé.

Eramos las mejores amigas que podían existir, estábamos muy conectadas, a veces nos decían incluso si eramos hermanas, y aunque no lo eramos de sangre, yo la consideraba hermana de corazón. Desde que nos conocimos en enero de 2010, cuando nos presento Citlally, eramos uña y carne. Hablábamos todos los días por el messenger, y cuando no coincidíamos nos poníamos super tristes, pero no solo con ella, si no con todas nuestras amigososas, en cuanto estaba dos días sin poder conectarme, por que siempre tenía tarea pendiente, las echaba muchísimo de menos. Por eso cuando le propusieron el traslado a Mexico no se lo pensó dos veces y aceptó la oferta.

Los días pasaban extremadamente lentos, y aun quedaban dos semanas para el comienzo de nuestro viaje. Ya habíamos hecho todas las compras necesarias para llevarnos al viaje. Mandy odiaba ir de compras, pero yo la arrastraba con ayuda de City, que había venido a hacernos una visita antes de que marcháramos.

Pasó una semana mas y teníamos los nervios a flor de piel, quedaba solo una semana para el viaje de nuestras vidas, Italia nos esperaba.

-Patty, me alegro un montón de hacer este viaje contigo.-me dijo mi amiga el viernes por la noche, mientras nos arreglábamos para dar una vuelta e ir al cine.

-Lo mismo digo Mandy.-le contesté.

-Desde que todas vosotras aparecisteis en mi vida, todo cambió. Nunca pensé que sería capaz de abandonar mi país, dejar lejos a mi familia y amigos, y aquí me tienes a 10000 km de todo lo que era hace menos de un año, pero siendo la mujer mas feliz del planeta. A veces echo de menos mi gente, mi Málaga, pero entonces vienes tu y haces que todo sea mas llevadero. Muchas gracias por todo lo que haces día a día por mi. Te quiero mucho Patty.

Comencé a llorar con sus palabras, ella había sacrificado mucho en su vida, y por fin era feliz, aunque sabía que echaba de menos su tierra. La abracé con fuerza y ella también comenzó a llorar, entonces una bombillita se me encendió en la cabeza.

-Mandy, ¿que te parece si antes de Italia nos pasamos por España y visitamos tu Málaga?

-No se Patty, ya lo tenemos todo organizado.-me dijo mi amiga.

-A ver, realmente nosotras el lunes ya estamos de vacaciones, así que lo único que tendríamos que hacer sería cambiar los billetes para que el vuelo a Italia saliera desde Málaga, y sacar un billete nuevo para España. Podemos irnos mañana mismo si hubiera vuelo.

-Esto es una locura ¿lo sabes?

Buscamos en Internet el vuelo para España y modificamos la reserva que ya teníamos hecha. Tuvimos suerte porque encontramos una oferta de un vuelo de ultima hora que nos salió super barato. Dejamos de arreglarnos para salir y comenzamos a hacer las maletas, el vuelo salía a primera hora de la mañana hacia España.

España, era otro de los lugares que siempre había soñado con conocer, como no se me había ocurrido antes lo de hacer la escala en el país de mi amiga. Mandy corría de un lado a otro de la casa, cogiendo cosas de aquí y de allí, se la veía nerviosa y super emocionada. Por fin desde hacía nueve meses iba a volver a ver a su familia y amigos. Ella constantemente me hablaba de sus hermanos, de sus padres, de sus sobrinos, sus amigos...

No dormimos en toda la noche, entre haciendo maletas y hablando de todo lo que haríamos en España. A las 6:00 A.M estábamos en el aeropuerto, esperando nuestro avión.

-¿Estas nerviosa amiga?-me dijo Mandy al ver que me mordía las uñas cuando caminábamos por el pasillo hacia el interior del avión.

-Un poco. Es la primera vez que voy a montar en avión, y vamos a recorrer 10000 km, casi doce horas de vuelo.

-No es para tanto, seguro todo irá bien.-me tranquilizó.

-Seguro que si amiga, sobre todo porque lo haré a tu lado.-nos cogimos las manos y nos sentamos en nuestros asientos.

Ese sábado 16 de Abril de 2011 comenzó, sin ni siquiera imaginarlo, mi viaje a la eternidad.




UNA VIDA DIFERENTE 5.- Una Nueva Familia



Aqui os dejo el último capitulo de la primera historia publicada en nuestro blog. Esperamos que os haya gustado, y que os gusten las que vienen en el futuro. Un beso a todos nuestros lectores.




Al día siguiente me levante y para resarcirla un poco le estuve ayudando en la cocina, por la tarde noche comenzaron a llegar los invitados y a eso de las nueve ya estábamos cenando todos juntos. Durante la cena estuvieron contando chistes, anécdotas y lo típico que se suele contar cuando se reúnen las familias, mi madre sonreía pero al mirarla a los ojos me daba cuenta de que era solo de cara a la gente que por dentro tenia una pena con la que no podía mas. Una vez hubimos terminado de cenar, todos ayudamos a recoger la mesa y colocar los turrones, mantecados, chocolatinas, frutos secos y demás porquerías que habíamos comprado, acompañados de licores,whisky, Ron y por supuesto varias botellas de sidra y champan para realizar el brindis.

En ese momento sonó el timbre de la puerta y mi madre me pidió que fuera a abrir y me dijo que serían los vecinos que venían a tomarse una copa y a brindar con nosotros. Yo me apresuré a abrir y al hacerlo me quede completamente paralizada, era él que venia a hablar con mi madre, me quede tan atontada que no atinaba ni ha hablar, él se echo a reír y me pidió que por favor le dijera a mi madre que saliera pero que no le dijera que era él que quería darle una sorpresa.

Yo entré en casa y le dije a mi madre que era uno de los vecinos que venia a protestar porque estábamos haciendo mucho ruido, mi madre se dispuso a salir hecha una fiera, recuerdo que pensé: menos mal que realmente no son vecinos peleones si no......no se lo que hubiera pasado.

Nada mas salio mi madre yo corrí a donde estaban sentadas mi abuela y mi tía para avisarlas, mi abuela nos dijo que no espiáramos que era de mala educación, aun así le picó la curiosidad y se pego a la ventana la primera. Durante un instante mi madre se paralizó, como estaba de espaldas no pudimos ver la expresión de su cara, pero pasado unos segundos él le dijo algo y ella echo a correr y se abrazaron, estuvieron un rato hablando fuera hasta que me tía se acercó a la puerta y les dijo:

--¿Que, entráis y brindamos o brindamos sin vosotros? Porque yo tengo ahí a mi amigo Martín esperándome que ha venido con su colega Barceló.

Al principio el estuvo reacio de hacerlo supongo que le daría apuro pasar con toda la familia, así que viendo que declinaba la invitación salí y le pedí que pasara con nosotros , al final conseguimos convencerlo, cuando entró prácticamente arrastrado por mi tía, mi madre me paro en la puerta me abrazó y me dijo al oído:

-Gracias mi vida , te quiero.

Ya no estaba triste, otra vez sonreía, eso me hizo sentir la mas feliz del mundo, a su vez me hizo comprender que mi madre nos quería a mi hermano y a mi tanto como para dejar de lado su propia felicidad por nosotros.

A partir de ahí ese hombre que no podía ni ver al principio, empezó a frecuentar mas mi casa, empezamos a salir en familia, a hacer cosas juntos.... Hasta que un día mi madre y el nos sentaron a mi hermano y a mi en el sofá y nos contaron que habían decidido ser una familia de verdad contrayendo matrimonio, siempre y cuando nosotros le diéramos nuestra aprobación yo no pude evitar empezar a llorar y él me dijo directamente:

-Si no estas preparada para el cambio no hay problema, podemos esperar.

Entonces me abracé a él y a mi madre y les pedí perdón por haber sido tan egoísta, y les hice saber que si lloraba era de felicidad, ya que me había dado cuenta de cuanto se querían y a su vez nos querían y protegían a nosotros .

El día de la boda mi madre estaba guapísima había escogido un vestido entallado muy simple, liso en color crudo, tan solo llevaba en la cintura un pequeño detalle de pedrería imitando la forma de una rosa abierta, llevaba el pelo rizado en un semi recogido adornado con unos brillantes pequeñitos con forma también de flor y el velo que le colgaba hasta la cintura.

Cuando la vi pensé que tenía la madre mas guapa del mundo y que tenia suerte por tenerla, ya había comprendido que pasara lo que pasara mi madre siempre estaría ahí para cuando la necesitáramos, ademas ahora también lo teníamos a él para protegernos, cuidarnos y mimarnos.

Ya han pasado los años tanto mi hermano como yo tenemos ya nuestras propias familias y cada día doy gracias a Dios y a mi tía por haberme abierto los ojos aquel día, dándonos así la oportunidad de haber podido crecer al lado de mi madre y de el que hoy en día estoy orgullosa de llamar mi padre, siempre recordaré el día que me llevo del brazo al altar y antes de llegar me susurro al oído con lagrimas en los ojos :

-Estoy muy orgulloso de ver en la mujer que te has convertido, te quiero vida mía.

Yo se que si hoy en día somos las personas que somos mi hermano y yo a sido gracias a la educación y el cariño que nos han dado siempre mis padres .

Así que lo que quiero que sepáis al leer este relato es que como ya sabéis que dice el refrán, madre no hay mas que una, eso es una gran verdad, pero también puedo decir en mi caso que padre no hay mas que uno y el mio es ese hombre que no podía ni ver cuando conocí y que con los años a llegado a ser tan importante en mi vida como mi propia madre.





Fin


viernes, 12 de marzo de 2010

UNA VIDA DIFERENTE 4.- Descubrimientos





Tenía un nudo en el estomago, yo siempre me había llevado muy bien con mi tía pero lo cierto es que tenia un carácter bastante malo y cuando se enfadaba había que temerla.

A mi madre le dije que iba a llevarme al cine y procure estar preparada para nada mas llegara salir huyendo para que no le diera tiempo a entrar en casa y así lo hice.

Cuando me monte en el coche mi tía estaba muy enojada hasta el punto de que yo le hablaba y ni siquiera me contestaba, arranco el coche y tomó dirección a Málaga.

Al llegar a la altura de un bar aparco y me hizo bajar, yo pensé que íbamos a entrar a tomar algo pero en su lugar mi tía me hizo asomarme a la ventana y lo que vi me hizo llorar, allí estaba mi padre, borracho como una cuba y gritando a diestro y siniestro hasta el punto que el camarero le estaba advirtiendo que si seguía con esa conducta no tendría mas remedio que echarlo del local.

Yo no entendía porque me había llevado a ver aquello, mi madre nunca nos había hablado mucho de mi padre y dentro de los recuerdos que yo tenia y lo que ella nos había contado a mi hermano y a mi, nunca había salido a relucir que mi padre fuera de esa manera .

Mi tía me hizo volver a subir al coche y cuando estuvimos dentro me dijo:

-Sobrina nunca pensé que llegaría el día que tuviera que avergonzarme de tu conducta.

Me quede helada, no se que me dolió mas si ver a mi padre en ese estado de embriaguez o que ella me dijera esas palabras.

A continuación me contó la vida y milagros de lo que había sido la vida de mi madre al lado de mi padre. Me contó que desde que yo nací intento por todos los medios que mi padre cambiara y que la relación saliera adelante, que se trago su orgullo muchas veces e incluso se dejo pisotear por él hasta el punto de llegar a pensar que no valía nada, hasta que un día en una de sus borracheras formo una pelea y en uno de sus aspavientos lanzó un vaso que por desgracia fue a estrellarse contra la cuna de mi hermano y que en ese mismo momento mi madre lo echo de casa.

Después de eso mi madre se quedó sola, sin trabajo y con dos niños pequeños. Según me relato lo paso muy mal, tuvo que estar dependiendo de que le ayudaran para todo, para quedarse con nosotros para poder ir a trabajar, para que le prestaran dinero cuando el sueldo no le llegaba, incluso me dijo que tuvo que llegar a denunciar a mi padre para que le pasara nuestra manutención y que el para hacerle daño exigió a cambio de la manutención el poder vernos un fin de semana si otro no.

También me dijo que cada vez que mi padre nos llevaba con el, ella y mi madre cogían el coche y se dedicaban a recorrer todos los bares en los que solía estar porque les daba miedo que se emborrachara y nos pasara algo.

Después de relatarme todo acabo sentenciando.

-Pero niña ¿tu sabes todas las lagrimas que ha derramado tu madre en esta vida para manteneros al margen de todo y que pudierais ser felices? ¿Tu sabes cuantas horas extra a trabajado para que pudierais tener todo lo que queríais?¿De donde piensas que salieron vuestras ropas, vuestras videoconsolas, todo?¿Sabias que para celebrar tu noveno cumpleaños en burger king como tu querías porque todas las niñas lo celebraban allí ella tuvo que trabajar 36 horas seguidas? ¿Y ahora que ?¿Así se lo pagas? Ahora que que por fin las cosas le van bien y ha encontrado a una persona que la quiere y la respeta, vas tu con tu egoísmo y la apartas de él ¿Qué pasa, que tu madre no tiene derecho a ser feliz? Es que no te entiendo.

Yo entendía pero no llegaba a comprender por que tenia la culpa de que ella no pudiera ser feliz, yo nunca le había dicho que no estuviera con esa persona y así se lo hice saber a mi tía.

Ella dio un suspiro de desesperación y me dijo ¿recuerdas la noche que estuvimos cenando todos en casa ?¿Recuerdas que le dijiste a la mañana siguiente?

En ese momento empece a comprenderlo todo.

-¿No te das cuenta que tu madre piensa que te va ha hacer daño si esta con él? Por eso se niega a verlo, lo esta pasando muy mal, de veras quiere a esa persona pero como ella misma dice: donde os ponéis vosotros no se pone nadie.

Después de decirme esto arranco el coche y me llevo a casa sin volver a abrir la boca en todo el camino.

Cuando llegamos aparco, me acompañó a casa y me dio las buenas noches sin mediar ni una palabra mas.

No recuerdo haberme sentido peor nunca, cuando llegue a casa corrí a hablar con mi madre para pedirle perdón y decirle que su amigo me caía bien y que no me importaría que entrara en mi vida. A mi madre se le saltaron las lagrimas y me dijo que no me preocupara por eso, que ya había pasado todo y que no importaba que ya tendría tiempo de conocer gente nueva y me mando para la cama.

Eso me hizo sentir aun peor, yo sabia que realmente lo que había pasado es que el se había molestado porque ella no le atendía el teléfono, ni lo quería ver, así comprendí que en el centro comercial le dijera que comprendía que ya había tomado una decisión.

No podía dejar la cosa así, tenia que arreglarlo pero no tenia ni la menor idea de como hacerlo, necesitaba hablar con el para hacerle ver que la culpa de todo la tenia yo, pero ni siquiera sabia donde vivía, su numero de teléfono ni nada sobre el, así que hice lo que cualquiera en mi situación.

A la mañana siguiente me levante me arregle y me fui a casa de mi tía , cuando llegue estaba viendo el sorteo de la lotería de Navidad y le tuve que suplicar para que me ayudara a resolver el entuerto. Después de mucho llorarle accedió a llevarme a su trabajo para que pudiera hablar con él, pero me dijo que teníamos que esperar a medio día cuando saliera para poder localizarlo, ya que era policía y durante la mañana probablemente estaría de patrulla y nos sería casi imposible localizarlo.

Así lo hicimos, a la una y media partimos para Málaga a la comisaria central que era donde el trabajaba, estuvimos esperando a que llegara en la puerta de detrás por donde entraban al parking de comisaria y lo vimos entrar. Cuando nos vio allí paradas se quedo un poco perplejo, paró y preguntó que si había pasado algo, yo me quede muda. Mi tía atino a decirle que habíamos ido a hablar con el, que si tenia un momento, el anonadado nos dijo que si, que esperáramos un poco que iba a aparcar el coche, a cambiarse de ropa y que saldría por la puerta principal, que lo esperáramos allí.

A mi me temblaban las piernas realmente no sabia que decirle y cuando lo tuve delante me puse tan nerviosa que me dio por llorar, el pobre se llevo un buen susto, pensó que a mi madre le había pasado algo, hasta que conseguí tranquilizarme y explicarle porque estaba allí. Cuando termine de hablar le pedí perdón y le pedí que por favor no pagara con mi madre mis culpas, que ella había hecho lo que había hecho por protegerme a mi para que no sufriera. El se quedo un momento mirándome fijamente y me dijo que precisamente por eso se había enamorado de mi madre, que era cierto que el la quería con locura pero que no sabía si sería demasiado tarde para solucionar las cosas. Yo le pedí que por favor fuera a hablar con ella, que estaba muy mal desde que se pelearon y que nunca podría perdonarme que mi madre no fuera feliz por mi culpa, el me prometió que se lo pensaría y se fue.

Mi tía y yo emprendimos el camino de regreso a casa y a mediación me dijo que no me preocupara, que aunque no se solucionara la cosa ella estaba muy orgullosa de mi porque había hecho lo correcto, no es que me aliviara mucho pero me hizo sentir mejor que lo dijera.

El día siguiente me lo pase en la ventana esperando por si lo veía aparecer, pero toda la espera fue en balde, parecía que mi confesión no le hubiera hecho recapacitar ni perdonarme.

Por la noche mi madre estaba haciendo los preparativos de última hora para el día siguiente que era Nochebuena y venían todos a cenar a casa. Entré en la cocina y vi que otra vez lloraba, esta vez me dijo que había estado picando cebolla, yo le dije que sabia que era mentira y le pedí perdón por haber sido tan egoísta, ella solo me dijo que no me preocupara que las cosas pasan por que tienen que pasar y que por muchas vueltas que se le den lo que tenga que pasar pasara. Me dio un beso y me pidió que me fuera a la cama .